El resultado de las elecciones griegas creo que permite reflexionar
sobre el sentido del término subalternidad y el error común de confundirlo con
sometimiento. Un 61% de quienes votaron ayer en Grecia, han afirmado que personas
subalternas no son las sometidas, sino quienes saben tener agencia y oponerse a
las lógicas de un sistema que cree disponer de la racionalidad de los supuestos
saberes “expertos” de un sector de las ciencias económicas.
Esto también es verdad para otras situaciones, incluyendo
las micro-políticas universitarias, de empresa, de vida en general. Oponerse es
sensato, relevante y necesario, y con frecuencia pone de manifiesto cuanto
saber se pierde por no aceptar el conocimiento que genera quien se niega a
someterse. Decir que no (OXI) es democracia también, de la que demuestra que
sólo otro mundo será posible si desobedecemos las lógicas de lo evidente por sí
mismo (la austeridad).