Muchos historiadores e historiadoras son conscientes de la necesidad de recoger la experiencia humana como fuente para comprender los entresijos históricos.
Procesos históricos incluso tan aparentemente conocidos como la Segunda guerra mundial aún plantean preguntas muy centrales sin desentrañar como conocer las razones que llevaron a Alemania a seguir el ideario de Hitler. La historiadora Joanna Bourke ya viene desarrollando en su diversas obras un conocimiento de la violencia de la guerra desde la experiencia humana. Ahora se edita en castellano la obra de Max Hastings quien plantea que a veces la literatura recoge mejor que las propias fuentes históricas del archivo, el horror o la dimensión brutal que tiene en los seres humanos Hastings señala que el mejor libro sobre el conflicto no es un texto de historia sino la novela de Irène Némirovsky, Suite francesa.
Procesos históricos incluso tan aparentemente conocidos como la Segunda guerra mundial aún plantean preguntas muy centrales sin desentrañar como conocer las razones que llevaron a Alemania a seguir el ideario de Hitler. La historiadora Joanna Bourke ya viene desarrollando en su diversas obras un conocimiento de la violencia de la guerra desde la experiencia humana. Ahora se edita en castellano la obra de Max Hastings quien plantea que a veces la literatura recoge mejor que las propias fuentes históricas del archivo, el horror o la dimensión brutal que tiene en los seres humanos Hastings señala que el mejor libro sobre el conflicto no es un texto de historia sino la novela de Irène Némirovsky, Suite francesa.
Se puede ver una reseña en http://cultura.elpais.com/cultura/2012/09/19/actualidad/1348051392_099448.html